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En el artículo Se acabó otro verano os hablaba de unas cuantas citas e investigaciones médicas por las que pase en los últimos meses y de que por fin había conseguido encontrar una doctora que me hiciera una diagnosticación correcta. 

Se llama helicobacter pylori y es una bacteria que vive de forma habitual en el estómago de las personas sanas, hay tipos de helicobacter menos y más agresivos, por lo tanto no siempre se desarrolla una enfermedad, ya que depende de bastantes factores.  

Realmente el recorrido hasta la diagnosticación fue mucho más largo. Aunque no puedo decir con certeza en qué momento he cogido esta bacteria, son unos dos años y medio aproximadamente desde que empecé a experimentar síntomas en mi cuerpo y a acudir a médicos para ver que me estaba pasando. 

Síntomas y consecuencias habituales 

  • Ninguna molestia en el estómago. 
  • Molestias inespecíficas en el estómago, como dolor, ardor, digestión pesada, flatulencia, hinchazón después de comer etc, que en conjunto se llaman dispepsia y pueden estar o no relacionadas con la infección por la bacteria. 
  • Si no es tratada a tiempo se puede desarrollar incluso gastritis, úlcera de estómago o de duodeno, cáncer de estómago, etc. 

Diagnóstico de la infección

  • Tests no invasivos: Prueba de aliento (previo ayuno de unas 6-8h) o detección en heces del antígeno de helicobacter. 
  • Tests invasivos: endoscopia digestiva para buscar problemas del estómago como gastritis, úlceras gástricas o tumores.

Este verano los hice todos, además de una ecografía abdominal para revisar si hay lesiones en el estómago antes de empezar el tratamiento de erradicación de la bacteria. 

Otra cosa habitual es el test de intolerancias, pero yo lo había hecho ya en 2019 cuando tuve la segunda crisis y me salió completamente negativo. La doctora considero que no hace falta repetirlo, ya que tampoco he notado molestias con algún alimento en concreto desde entonces. 

Una cosa muy importante: puede ser contagiosa. Así que está bien que vuestros familiares, especialmente la gente con la que se convive o la pareja se hagan la prueba también, ya que se puede volver a coger. 

Tratamiento

Una vez demostrada la presencia de la bacteria en el estómago mediante pruebas, se procede a la administración de un protector de estómago (Omeprazol o similares), junto a varios antibióticos (el mio fue Pylera que contiene metronidazol y tetraciclina) durante 10 días. Se recomienda también la toma de probióticos durante y después del tratamiento para sostener y sanar la flora bacteriana, ya que es bastante potente (palabras textuales de la farmacéutica “es una bomba lo que tienes aquí”). 

Unas semanas después de acabar el tratamiento, se suele verificar la erradicación de la bacteria mediante otro test de aliento. ¡Espero que el mío sea negativo! 

 


Mi historia 

Mis síntomas empezaron por hinchazón y flatulencia sin motivo aparente (y las he tenido de manera intermitente a lo largo de estos años), un par de veces ardores en la parte superior del estómago, digestión lenta después de haber comido pesado. 

A finales de enero de 2019, el momento que considero como el momento 0 de esta trayectoria, tuve la primera crisis: un estreñimiento que me llevó a urgencias. No note que llevaba unos días sin ir al baño, cada día estaba más hinchada y me costaba más comer (obvio, allí no había más espacio). Como no tenía fiebre ni dolor abdominal, me tuvieron solo un par de horas allí con un enema de limpieza y me mandaron a casa con más enema y unos sobres para beber. Al final el tema volvió a la normalidad en una semana. 

Los dos siguientes meses fueron bastante normales, me fui unos 10 días de vacaciones a Malasia y Singapur, luego volví a Barcelona una semana y me volvi a ir en un viaje de trabajo a Gdansk. Durante las dos semanas que pasé en Polonia, tuve la segunda crisis.

Tengo un sabor dulce amargo respecto a ese periodo. El turistear por la ciudad y los pueblos de alrededor, la comida típica, el hotel en el cual me hospede con el desayuno más abundante experimentado jamás, el proyecto que empezamos allí, todo esto lo recuerdo con cariño. Lo amargo viene de que tuve una distensión abdominal de la hostia, incluso puntualmente unos dolores en la zona de los ovarios y los riñones, parecía embarazada de 3-4 meses de lo hinchada que estaba a final del día. Una noche estuve a punto de llamar a mi jefa y decirle que me ponga en el primer vuelo a casa, ya que no me apetecía nada verme en urgencias en Polonia y buscando doctores que hablen inglés. Al final, me quedé hasta finalizar el proyecto, pero lo primero que hice al volver fue pedirme citas al médico para investigar lo que me estaba pasando. 

Tenía un seguro médico privado también y preferí recurrir a él para obtener asistencia rápida. Me atendio un medico de familia y me comento que tengo sintomas de gastritis, por lo tanto me receto Flatoril para aliviar los gases y el protector gástrico Omeprazol, junto con una dieta de gastritis durante dos semanas (básicamente fue eliminar los alimentos grasos, flatulentos, crudos, irritantes como el café, las salsas y los picantes). Todo eso alivio visiblemente los síntomas, me sentía mucho más ligera, así que a continuación me mandó hacer también un test de intolerancias que me salió completamente negativo.

Allí se acabó el tema médicos por un tiempo. Luego empezó la pandemia de Covid19, cambiaron las prioridades de todo el mundo y cualquier problema no urgente pasó al último plano de la lista de las clínicas y de los hospitales. A mi tampoco me hacía mucha ilusión pasearme por zonas contaminadas, así que lo deje reposar hasta el verano de 2021 cuando retome las investigaciones médicas al respecto. 

En mayo de 2021, los síntomas habían vuelto a aparecer, lo más probable provocados por un cambio repentino en el nivel de estrés y cansancio, además de retomar el ritmo habitual de trabajo después de un invierno triste y desolador con expedientes de regulación de empleo. 

Primero hice un intento en la pública con el médico de cabecera al cual le conté todo lo que me había pasado, las pruebas, tratamiento hecho, y fue un fallo tremendo esa opción. Básicamente, la doctora me dijo que “hincharse es algo usual, que a todo el mundo le pasa y no debería estresarme por eso, que solo puedo vigilar el nivel de estrés, comer a horas fijas del día y de manera saludable”. ¡Muy útil todo! Le manifesté mi enfado y le dije “gracias por nada, pero dame unas analíticas de sangre por lo menos”. Estas me salieron normales, pero con lo básicas que eran, tenias que tener una enfermedad muy seria para que salgan fatal y le cause una preocupación a alguien.

El segundo intento y el último fue usando el seguro privado. Pedí cita directamente a un médico del aparato digestivo y esa señora me convenció de que sabía de lo que estaba hablando en una charla de 10-15 min. Me pregunto desde mi trabajo, hábitos de comida y de sueño, viajes, nivel de estrés, eventos traumáticos, hasta problemas de estómago, alergias e intolerancias en mi familia. Al final me mando hacer analíticas de sangre detalladas (las de la pública tuvieron 2 páginas, en la privada unos 7 páginas…sin comentarios), test de aliento y de heces, endoscopia.

El resultado fue positivo para helicobacter pylori y un nivel de hierro muy por debajo de los mínimos (que ni salia en las analiticas de la pública, o sea no habían hecho prueba de hierro), debido a una mala absorción en el cuerpo causada por la presencia de la bacteria, sin lesiones en el estómago, pero con gastritis severa y una inflamación igual de severa en el cuerpo. 

Yo contentisima que por fin sé lo que me pasa, cojo los resultados y voy a enseñarselas a la doctora. Esta levantó una ceja, me miró y dice “esto no es para estar contenta, es serio y tenemos que tomar medidas, que sino se puede agravar la situación”. Valeee, pero por fin tengo un diagnostico, no es estres ni a saber que chorrada de está mucho más difícil de regular y gestionar. 

A parte del tratamiento con antibióticos mencionado anteriormente, más probióticos a tope, me recomendó aun antes de tener todos los resultados que empezara a comer sin gluten y sin lactosa, ya que la presencia de la bacteria empeora la digestión y la absorción de este tipo de alimentos, además de crear una intolerancia temporal. Después de erradicar la bacteria, mi plan es volver a una alimentación normal, pero de momento me ayuda un montón a desinflamar el cuerpo. 

Llevo un mes y medio comiendo así, con algún pequeño desliz cuando estuve en Portugal de vacaciones, y vamos que lo noto! Dos kilos menos, muchísimo menos hinchada por no decir casi nada, cuerpo más firme y tonificado. En estos últimos 4-5 meses tampoco he hecho mucho deporte aparte de caminar muchos kms y algo de yoga, por el calor siempre me cuesta mucho en verano. Con el otoño he retomado los buenos hábitos adquiridos en este tiempo de pandemia y sé que se mantendrán de manera periódica hasta el próximo verano jajaja. 

 

¿Qué más he hecho por mi cuenta durante todo este tiempo?

Desde pequeña he tenido una alimentación bastante saludable, ya que fui deportista muchos años y esto era un mínimo para estar en la categoría de peso, entrenar mejor y con más rendimiento. El descanso también fue sumamente importante y desde que trabajo en turnos rotativos (serán unos 8 años ya), empecé a conocer más las reacciones de mi cuerpo, a regular mi sueño y a compensar los días ajetreados con más descanso después. 

Cuando empecé a tener todos estos síntomas, he intentado vigilar el tipo de alimentos que ingería para ver si algo me causaba intolerancia (no, hecho demostrado por los tests), pero si es verdad que según qué combinación me provocaba más hinchazón, gases, digestión lenta, etc, así que poco a poco elimine o minimice esos alimentos en mi dieta. Tengo curiosidad a ver que tal me sientan después del tratamiento y la erradicación de la bacteria! 

Leí mucho sobre estos síntomas y posibles causas, había descubierto lo que era la dispepsia aun antes de llegar a ver a esta última doctora. Un libro que me parece interesantisimo sobre el mundo bacteriano es Es la microbiota, idiota! de la Dra. Sari Arponen, escrito en un lenguaje fácil de entender pero a la vez con datos científicos, que toca muchos de los problemas de salud con los cuales nos enfrentamos actualmente. 

Hice un mogollón de trabajo personal e introspección. Llevo unos años con ello, pero entre mis problemas con el estómago, el Covid19 y el tiempo libre más de lo esperado, he estado conmigo misma más que nunca. Eso ayudó mucho a tener vigilados mis estados de ánimo, el nivel de estrés, y cuánta influencia tienen o no tienen sobre mi salud gástrica. Todos estos síntomas se han disminuido considerablemente durante la época de confinamiento o de muchas restricciones, cuando dormía mínimo 8-9 horas cada noche, tenía una carga de trabajo muy reducida, hacía mucho deporte al aire libre y comía comida hecha casi exclusivamente en casa. De allí, que los síntomas aparecieron rápidamente al volver a una cierta normalidad. 

 

Conclusion 

Ya hice el tratamiento en la segunda mitad de Octubre 2021, espero que ha valido la pena el esfuerzo y que el test de aliento me saldrá negativo. Igualmente los resultados se notarán más a medio y largo plazo. 

La pasé bastante mal estas últimas semanas (10 días de antibióticos + post tratamiento), con falta de energía y de concentración, cansancio, el estómago revolucionado y todos los síntomas a tope. Me dio un bajón importante porque llevaba desde Septiembre con la dieta sin gluten y sin lactosa que me estaba sentando de maravilla. Después de mucho tiempo me sentía ligera y no me veía hinchada. Y de repente, bum otra vez. A pesar de saber que es normal que eso suceda, he llorado un par de veces y me costó aceptar esa incomodidad temporal para un fin mayor. 

¿Sobre el lado emocional y como he sobrellevado todo esto qué más puedo decir? 

Fue frustrante el no saber qué me pasó durante tanto tiempo, si tiene solución o no, si es algo fácil o complicado de resolver, cuanto o si realmente depende de mi estilo de vida. 

Fue frustrante descubrir el nivel de profesionalidad y el interés que ponen los médicos antes de tacharme de un caso sin importancia, que no vale la pena investigarlo más, de hipocondríaca a lo mejor aunque no me lo han dicho a la cara. 

La clave de todo esto es que no nos rindamos, nuestro cuerpo nos da señales de cómo se siente y estaría bien hacerle caso más a menudo. 

¡Gracias por escucharme! Espero que habéis aprendido algo de toda esta trayectoria. 

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3 Responses

  1. Lo triste de todo es que al final, si quieres que algo se haga bien, hay que ir a la privada… Eso sí, a las 20h a aplaudirles como borregos…

  2. Hola, estoy pasando por lo mismo, me han detectado esta bacteria. Mi «miedo» es que este tratamiento tan agresivo afecte aun mas a mi flora intestinal ¿qué probióticos tomaste después del tratamiento? ¿también durante el mismo?

    • Hola Sonia! La flora intestinal se vera afectada claramente, ya que el tratamiento es muy agresivo. Yo habia empezado a tomar probioticos 1 mes antes del tratamiento (Lactoflora, frascos de monodosis), los pare durante el tratamiento ya que la doctora me dio el antibiotico, omeprazol y un probiotico (no recuerdo el nombre y no encontre los detalles, similar a Pylogastris). Despues de eso si que tuve el estomago revuelto unas semanas, empece a tomar otros probioticos (marca Apyforme – flora intestinal e intima – estan en Amazon) y a la larga he mejorado muchisimo en calidad de vida.

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