El título no me pertenece pero me ha gustado mucho y creo que nos da bastante para pensar, tanto si estamos solteros y estamos buscando una pareja, como si ya estamos en una relación y queremos que esta siga funcionando a largo plazo. 

Esta frase ha salido de un participante del taller Apego, impartido online el pasado miércoles 10 de noviembre de 2021, por las psicólogas Elizabeth Clapés y Adriana Brull. Durante dos horas y media nos han explicado cuales son los diferentes estilos de apego, cómo y cuándo se desarrollan, cuáles son las características de cada uno, cómo podemos gestionarlos de tal manera para crear y vivir relaciones sanas con los demás. 

El taller todavía se puede comprar en la página de Adriana, lo que os daría acceso a la grabación y a una serie de materiales terapéuticos extra facilitados por ellas. 

 

Un poco de background aqui 

A Esmi la sigo desde hace unos meses en su cuenta de Instagram @esmipsicologa, me gusta su estilo y la manera sencilla que tiene de explicar cosas de psicología, pero en verdad no es ninguna ciencia ficción, sino situaciones a las que nos enfrentamos todo el rato en nuestra día a día y que a veces no sabemos gestionar, entender, superar o ponerles límites. 

Mi post favorito es de hace poco y habla sobre el Ghosting, algo demasiado común últimamente en la era digital. 

A Adriana no la conocía para nada (ahora si me hice follower de su cuenta de Instagram @seressexuados), pero durante este taller al que participe me ha conquistado con su manera sencilla y a la vez entretenida de explicar las cosas. 

 

Con que me he quedado del taller

El contenido del taller es brutal, he aprendido muchísimas cosas en un corto periodo de tiempo, hasta tome notas durante la charla para poder profundizar la temática más tarde con calma y compartirla con mi gente querida.

Así que allá vamos! 

El apego es un vínculo afectivo que se establece desde los primeros momentos de vida entre el bebe y los padres o las personas encargadas de su cuidado, cuya función es asegurar el cuidado, el desarrollo psicológico y la formación de la personalidad del mismo. Es el que proporciona seguridad en situaciones de amenaza, su efectividad influye muchísimo en la manera de interpretar el mundo y de relacionarse con los demás. 

Hay cuatro tipos básicos de apego: 

 

1. Apego seguro – es el más guay y que todos queremos vivir, el que nos da paz mental. 

Se desarrolla cuando hay una atención y una presencia constante por parte de los padres o los cuidadores, básicamente en la estabilidad está nuestra paz como bebes/niños y nuestra felicidad como futuros adultos. 

Esta gente disfruta de sus relaciones sin preocuparse en exceso por ellas, empatiza fácilmente con los demás humanos, expresa adecuadamente sus necesidades, comparte intimidad pero sabe poner límites, tiene una autoestima buena y una opinión equilibrada sobre los demás. 

¡Vamos que son la perfección! Con esta plantilla en mente vamos todos al psicólogo. 

Si, existen también en este planeta, aunque no nos topemos con ellos tan a menudo. 

 

2. Apego ansioso o ambivalente – son los desconfiados y los dependientes emocionales.

Se han criado de una manera ambivalente, con padres o cuidadores semi presentes, que les han ofrecido refuerzo y atención de manera intermitente, por lo tanto les han creado desconfianza en las personas y una sensación constante de inseguridad. 

Tienen miedo al rechazo, al abandono, y una necesidad de fusionarse con otras personas. La relación de pareja suele ser el centro de su vida, por lo tanto emocionalmente se implican mucho y sufren cuando hay conflictos, estos les crean malestar y quieren solucionarlos cuanto antes para volver a la sensación de seguridad. 

Son personas muy empáticas y atentas a los detalles, siempre pendientes de los estados de ánimo de los que les rodean, lo que a veces les crea una sensación de estar agotados dentro de las relaciones. Miedo, angustia, ansiedad son emociones frecuentes que experimentan. 

 

3. Apego evasivo – son los representantes del ghosting.

No han podido contar con sus padres o cuidadores, no les han dado suficiente seguridad a lo largo de la infancia, por lo tanto han aprendido a distanciarse emocionalmente para no sufrir y a ser autosuficientes.  

No confían en las personas y consideran que no les pueden ayudar, que tienen que apañarse solos todo el rato. Tienen miedo a la intimidad, alzan barreras, no expresan ni entienden las emociones de los demás, ya que ni ellos mismos saben conectar y regular las suyas. Suelen evitar las relaciones serias, las idealizan, piensan que todos les quieren atar, por lo tanto si se meten en una, van a buscar siempre vías de escape o cosas que no les gusta en su pareja. 

La independencia y la autosuficiencia van por encima de la intimidad y la creación de vínculos, así que usan mecanismos para defenderse como retirarse o desaparecer cuando el acercamiento supera los límites, reafirmar una y otra vez que no quieren nada serio aunque pasen mucho tiempo con alguien.  

 

4. Apego desorganizado – los que han sufrido experiencias trágicas (maltrato, abuso, etc)

Las conductas de sus padres o cuidadores han sido de negligencia e inseguridad constante, probablemente han sufrido todo tipo de traumas en la infancia, lo que los ha llevado a ser unos adultos con carencias afectivas, gran dificultad y miedo para crear vínculos, aunque sean su mayor anhelo. 

Es lo opuesto del apego seguro, una mezcla entre el ansioso y el evitativo llevado al extremo.  

 

Conclusiones

Todavía estoy flipando con lo que he averiguado y no paro de darle vueltas a la cabeza a todo. 

Pienso en cómo soy yo, cómo es la gente que me rodea, qué tipo de relaciones he tenido hasta ahora, lo que hice y he dejado de hacer, en mis errores, en mis logros, en la sociedad en la que vivimos, en el mundo en general, y cómo nos afecta todo esto. 

Hay tantas y tantas preguntas al respecto, pero lo de que si me siento muy orgullosa es que he evolucionado. Yo a los 20 años no es la yo de los 32 años, ha crecido, se ha caído muchas veces y se ha levantado, sigue allí dándolo todo cada día para ser su mejor versión y para encontrar el equilibrio.

A todo esto, las chicas nos han recomendado también unos cuantos libros para profundizar el tema. Ojo, que esto no quita la ayuda de un psicólogo si consideras que te hace falta! 

  • Manera de amar de Amir Levine y Rachel Heller – sobre la ciencia del apego adulto
  • La collecion de libros de Walter Riso – sobre estilos de vida saludables en distintos ambitos de la vida

En cuanto a preguntar por el horóscopo y tal…bueno, yo soy subjetiva porque me interesa la astrología y las cartas astrales, así que preguntaría igual que signo es, pero si sabéis poco o nada del tema no os va servir de mucho. 

Creo que las conductas y la manera de expresarse de las personas, lo que te dicen, lo que hacen, te pueden dar muchisimas mas pistas sobre ellos. Así que sabiendo solo esto sobre los estilos de apego, ya somos más sabios y a lo mejor la próxima vez escogeremos mejor para nosotros. 

Así que menos preguntar por el horóscopo y más preguntar por el estilo de apego. 

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